El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha revelado estar “muy preocupado” por el paradero del opositor ruso Alexei Navalny, desaparecido hace una semana. Biden ha condenado el arresto de Navalny y ha exigido su liberación inmediata.
Navalny, uno de los líderes de la oposición al régimen de Vladimir Putin, fue detenido el pasado 17 de enero en el aeropuerto de Moscú. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de él.
En una declaración emitida por la Casa Blanca, Biden ha condenado el arresto de Navalny y ha exigido su liberación inmediata. “Nunca debería haber sido detenido”, dijo Biden.
El presidente estadounidense también ha instado al gobierno ruso a garantizar la seguridad de Navalny y a permitir que los periodistas y los observadores internacionales puedan acceder a él.
La detención de Navalny ha provocado una ola de protestas en toda Rusia. Miles de personas han salido a las calles para exigir la liberación del líder de la oposición.
Los manifestantes han sido reprimidos por la policía rusa, que ha detenido a cientos de personas. Los manifestantes han denunciado la violencia policial y han exigido la liberación de Navalny.
La Unión Europea también ha condenado la detención de Navalny y ha exigido su liberación inmediata. La UE ha amenazado con imponer sanciones a Rusia si no libera a Navalny.
En respuesta, el gobierno ruso ha acusado a la UE de “interferir en los asuntos internos” de Rusia. El Kremlin ha negado todas las acusaciones de que Navalny fue detenido ilegalmente y ha insistido en que fue detenido por violar la ley.
A pesar de la represión, los manifestantes rusos continúan saliendo a las calles para exigir la liberación de Navalny. Su detención ha provocado una ola de indignación en todo el mundo y ha puesto de relieve la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad por parte del gobierno ruso.
Esperamos que el gobierno ruso escuche las voces de los manifestantes y libere inmediatamente a Navalny. Esta situación no debería haber ocurrido nunca y esperamos que el gobierno ruso tome medidas para garantizar la seguridad de Navalny y permitir que los periodistas y los observadores internacionales puedan acceder a él.